VENECIA Y VERONA EN GRUPO SINGLE

Arrancamos esta escapada con aire cosmopolita: ¡rumbo a Milán, la capital italiana del estilo! Aterrizamos en el norte del país y nuestro guía ya nos espera para ponernos en marcha. Sin perder tiempo, nos lanzamos a descubrir una ciudad donde el arte gótico y la moda se dan la mano.

Durante la visita panorámica, nos toparemos con la espectacular Catedral (el famoso Duomo), un bosque de agujas que apunta al cielo. Pasearemos bajo la elegante bóveda de cristal de la Galería Vittorio Emanuele II, haremos una parada junto al imponente Castillo Sforzesco y respiraremos un poco de calma en el verde del Parque Sempione.

Por la tarde, toca disfrutar a tu aire. Si el hambre aprieta, no dejes pasar el cremoso risotto alla milanese o el sabroso ossobuco. ¿Prefieres seguir explorando? Las terrazas del Duomo te regalarán vistas únicas, y los canales de Navigli son perfectos para perderse entre bares, librerías y ese inconfundible ambiente italiano. Y sí, es el momento ideal para probar un buen aperitivo con spritz en mano.

*Visitas exteriores. Entradas no incluidas.

Desayunamos en Milán y nos despedimos de la ciudad para poner rumbo a un lugar de postal: Sirmione, un rincón encantador a orillas del Lago de Garda. Pasearemos por su casco antiguo, rodeado de flores, callejuelas y ese aire sereno que solo tienen los pueblos con historia. El Castillo de Scaliger nos dará la bienvenida con su silueta medieval reflejada en el agua.

Tendrás tiempo para explorar a tu ritmo y saborear la cocina local. ¿Te atreves con unos bigoli con sardinas? ¿O prefieres algo dulce como la torta delle rose? Sea como sea, Sirmione te va a conquistar por el estómago y por la vista.

Por la tarde, nos adentramos en paisajes de montaña hasta llegar al área de Bolzano, rodeados de verdes valles y picos alpinos. Aquí el alma italiana se mezcla con el espíritu tirolés, creando un ambiente único. Tras instalarnos en el hotel, daremos un primer paseo para saborear esa mezcla de culturas. La cena es libre, así que es el momento perfecto para descubrir sabores como el speck o los tradicionales canederli, acompañados de una copa de vino del Alto Adigio.

*Visitas exteriores. Entradas no incluidas.

Hoy nos espera una jornada para conectar con la naturaleza y dejar que los paisajes alpinos nos roben el aliento. Empezamos subiendo en teleférico hasta Soprabolzano, donde las vistas panorámicas ya nos preparan para lo que viene. Desde ahí, un paseo por el bosque nos llevará hasta las sorprendentes pirámides de Ritten, unas formaciones de piedra tan extrañas como fascinantes, casi como sacadas de un cuento.

Después pondremos rumbo a Carezza, un pueblo de montaña con un encanto especial. Aquí tendrás tiempo para relajarte y disfrutar de un almuerzo tranquilo. Te recomendamos probar los schlutzkrapfen, unos raviolis rellenos de espinacas y queso que son pura delicia, o no perderte el clásico apfelstrudel acompañado de un café local.

La joya del día será el Lago Carezza, conocido como el “Lago del Arcoíris” por los colores mágicos que reflejan sus aguas entre los abetos. Cuenta la leyenda que una ninfa habita estas profundidades, dejando un rastro de magia en el cielo. Pasear junto a sus orillas es un regalo para el alma. Por la tarde, volvemos al hotel para descansar o perderse por los alrededores, a tu aire.

Ponemos rumbo a Trento, una joya renacentista escondida entre montañas que parece sacada de un cuadro. Con nuestro guía, haremos una visita panorámica para descubrir su majestuosa catedral, el Duomo di San Vigilio, y el imponente Castillo del Buonconsiglio, un castillo que guarda siglos de historias y leyendas. Aquí, tradición y modernidad se entrelazan en un entorno espectacular.

Después del almuerzo, con tiempo para probar el delicioso tortel di patate, seguimos viaje hacia Verona, la ciudad que respira amor gracias a Romeo y Julieta. Al llegar, nos acomodamos en el hotel y la tarde queda libre para perderse por sus calles adoquinadas, descubrir la animada Piazza delle Erbe o hacer una parada en el famoso balcón que inmortalizó a la pareja más romántica.

La cena es libre para que degustes los sabores típicos veroneses.

*Visitas exteriores. Entradas no incluidas.

Hoy nos sumergimos de lleno en el encanto de Verona, una ciudad donde cada esquina cuenta una historia de amor y leyenda. Con un guía local, recorreremos su casco antiguo y quedaremos fascinados ante la majestuosa Arena de Verona, un anfiteatro romano que lleva más de 2,000 años siendo testigo de grandes espectáculos.

Tras el paseo, tendrás tiempo para almorzar a tu aire. Te recomendamos probar el típico bollito con la pearà, una carne cocida acompañada de una salsa de pan y pimienta que es puro sabor, o aventurarte con el pastissada de caval, un guiso de carne cocinado al vino que te conquistará.

Por la tarde, disfruta del ambiente relajado de la Piazza delle Erbe, perfecto para tomar un aperitivo en alguna de sus terrazas o para visitar la impresionante Basílica de San Zenón, un tesoro del románico italiano. La cena es libre, y qué mejor manera de cerrar el día que con un tiramisú tradicional, dulce y cremoso.

Desayuno incluido en el hotel. Hoy nos dirigiremos hacia Venecia. De camino, haremos una parada en Padua, una ciudad cargada de historia y conocida por su riqueza artística y espiritual. Tendremos tiempo libre para descubrir su encantador centro histórico, con plazas, iglesias y edificios que reflejan siglos de patrimonio cultural.

Por la tarde, continuaremos nuestro viaje hacia Venecia, una ciudad única que parece flotar entre sus canales. Una vez instalados en el hotel, contaremos con tiempo libre para comenzar a explorar la ciudad a nuestro ritmo y dejarnos cautivar por su atmósfera incomparable. Cena libre.

*Visitas exteriores, entradas no incluidas.

Hoy nos dejamos llevar por la magia de Venecia. A primera hora, un guía local nos acompaña en un paseo panorámico por la espectacular Plaza de San Marcos, donde la imponente Basílica y el majestuoso Palacio Ducal nos cuentan historias de la antigua República Veneciana.

El resto del día es todo tuyo para perderte por las callejuelas laberínticas, descubrir los bulliciosos mercados junto al Gran Canal o explorar barrios con alma artística como Dorsoduro. Y si quieres vivir una experiencia inolvidable, ¿qué te parece un paseo opcional en góndola? Deslizarse por los canales, rodeado de palacios y puentes, es el plan más romántico para conocer esta ciudad única.

Llegamos al último capítulo de esta aventura italiana. La mañana es toda tuya para saborear los últimos secretos de Venecia. ¿Quizás una visita a la Iglesia de Santa María de los Milagros, una joya renacentista que parece escondida del bullicio? O perderse por el tranquilo y auténtico barrio de Cannaregio, donde el tiempo parece ir más despacio.

Cuando llegue la hora, nos despediremos de esta ciudad flotante y nos pondremos rumbo al aeropuerto. Volveremos a España con la mochila llena de recuerdos, paisajes que quitan el aliento y una dosis extra de cultura y encanto que solo Italia sabe regalar.

¡Nos vemos en el próximo viaje!