LISBOA EN FIN DE AÑO ESCAPADA SINGLE

Nada más llegar a la capital portuguesa pondremos rumbo al barrio más histórico y marinero: Belém. Allí nos esperan auténticos símbolos de la era de los descubrimientos, como la elegante Torre de Belém, el majestuoso Monumento a los Descubrimientos y el exterior del impresionante Monasterio de los Jerónimos, un claro ejemplo del arte manuelino que refleja el esplendor de Portugal en su época dorada.

Y, por supuesto, no faltará tiempo para probar los famosos pasteles de Belém, recién horneados y con ese toque secreto que los hace irresistibles.

La ruta continuará hacia el centro de la ciudad, donde la Plaza de los Restauradores nos dará la bienvenida. Caminaremos por la animada Plaza Rossio, la señorial Rua Augusta, la luminosa Plaza del Comercio y la siempre bulliciosa Plaza Figueira, sumergiéndonos en el ambiente vibrante que solo Lisboa sabe ofrecer.

La tarde quedará para seguir descubriendo la ciudad a tu aire. Como plan opcional, puedes acercarte al mercado navideño Wonderland Lisboa, lleno de luces y sabores, o vivir una velada especial con cena y espectáculo de fado, la música más nostálgica y apasionada de Portugal.

Tras el desayuno en el hotel, tendremos la jornada a nuestra disposición para seguir descubriendo Lisboa a nuestro aire. Pasear sin prisas por sus barrios históricos o sentarse en una terraza a contemplar el ir y venir de la ciudad es siempre un buen plan. Pero, para quienes quieran ir más allá, existe la posibilidad de unirse a una excursión opcional hacia los alrededores, donde nos esperan paisajes de auténtico cuento.

La primera parada será Sintra, una villa de ensueño reconocida como Patrimonio de la Humanidad. Sus palacios y jardines parecen sacados de un libro ilustrado, y entre ellos destaca el Palacio da Pena, con sus colores vibrantes y su aire romántico, envuelto a menudo en una niebla que le da un encanto casi mágico.

El recorrido continuará hacia la sofisticada Cascais, una localidad costera donde el Atlántico marca el ritmo de la vida. Paseos junto al mar, plazas animadas y un ambiente relajado hacen de este destino un lugar perfecto para disfrutar. Al caer la tarde, regresaremos a Lisboa, momento ideal para probar sabores locales o brindar en alguna terraza con vistas.

Una vez disfrutemos con el desayuno, nos dirigiremos al puerto para embarcar en un crucero por el río Tajo. Desde el agua, Lisboa se muestra con otra perspectiva: puentes, colinas y monumentos dibujan un paisaje único que invita a disfrutar sin prisas.

Nuestra ruta nos llevará de nuevo hasta el barrio de Belém, donde dispondremos de tiempo para seguir explorando a nuestro ritmo. Quien lo desee podrá visitar el interior del Monasterio de los Jerónimos, una obra maestra del gótico manuelino que sorprende con cada detalle. Habrá también un espacio perfecto para almorzar y probar la deliciosa gastronomía portuguesa en un entorno lleno de tradición.

Por la tarde, tendremos momentos de descanso antes de la gran cita de la jornada: despedir el año y dar la bienvenida al siguiente en la Plaza del Comercio. A medianoche, bajo un cielo iluminado por fuegos artificiales, viviremos una celebración inolvidable en pleno corazón de Lisboa.

Hoy llega el momento de despedirnos de Lisboa, una ciudad que nos regala luz, historia y esa atmósfera especial que la hace inolvidable.

Con el último desayuno, tendremos un rato libre para aprovechar como más nos apetezca: dar un paseo por sus calles más emblemáticas, hacer esas compras de última hora o sentarnos a disfrutar de un café con vistas, guardando en la memoria el encanto de la capital portuguesa.

Después, nos trasladaremos al aeropuerto para emprender el vuelo de regreso, repasando en la mente todos los instantes vividos: los monumentos, los sabores y las experiencias que han convertido esta escapada a  Lisboa en Fin de Año en un viaje lleno de emociones y recuerdos que nos acompañarán durante mucho tiempo.